¿Puede una compañía desentenderse de la práctica de la arquitectura empresarial?
Sí. Aún en estas épocas de transformación digital, no es complicado encontrar compañías que argumentan que no requieren un rol formal de arquitectura empresarial dado que, de acuerdo con el argumento: “la arquitectura empresarial no genera valor tangible para la compañía”. Por motivos como el aterior, la práctica de la arquitectura empresarial debe contar con mediciones válidas para el negocio y no solo estar respaldada por el mandato de arquitectura desde la alta dirección.
Estamos acabando el 2022 y dentro de las tendencias que se consolidan en los próximos meses en la práctica de la arquitectura empresarial, está el consolidarse a través de mediciones que permita evaluar el valor que la compañía obtiene de esta capacidad de negocio.
¿En qué está pensando el negocio?
Para generar ganancias e impulsar el crecimiento, en el Top-of-mind de las compañías está, sin duda, las iniciativas de transformación digital e innovación y si bien es cierto que existen diversas maneras de materializar dichas iniciativas, uno de los maneras metódicas para lograr esto es apoyado de una buena arquitectura empresarial, ya que además de mantener un big-picture coherente con las dimensiones de negocios, aplicaciones, datos y tecnológica; también plantea los mapas de ruta a seguir y los modelos para alcanzar los objetivos de la transformación digital en las distintas empresas.
Pero entonces, ¿Cómo materializamos indicadores cuantificables de la práctica de la Arquitectura Empresarial para que el negocio los pueda evaluar?
Consultoras especializadas como Gartner o McKinsey sugieren establecer acciones concretas para alcanzar valor medible de la arquitectura empresarial. A continuación, incluyo algunos conceptos que considero fundamentales lograr cuantificar el valor de la arquitectura empresarial para el negocio:
Conoce a tu cliente
¿Quién consume la arquitectura empresarial?, ¿qué producto requiere?, ¿cómo consumé los artefactos elaborados por la arquitectura empresarial?, ¿cada cuánto los ocupa?
Al igual que en casi cualquier actividad de la empresa, contestar estas preguntas con elementos cuantificables, permitirá que los productos y servicios que la arquitectura empresarial genera se mantengan alineados a las necesidades de la compañía, evitando así que la valiosa información que se genera de la práctica, se vuelva obsoleta. El Repositorio de Arquitectura empresarial debe ser; no un acervo reservado para los letrados o los privilegiados, sino un lugar abierto y amigable para que cualquier colaborador de la compañía encuentre respuestas a cómo funciona la empresa y cómo ese funcionar está habilitado por herramientas tecnológicas y digitales.
Contar con un repositorio que además te permita, como arquitecto digital, tener estadística de las visitas, lo más consultado, la temporalidad de las visitas, etc., garantiza que se pueda realizar un análisis para mejorar los artefactos producidos en las distintas dimensiones de la arquitectura; incluso, identificar aquellos artefactos que vale la pena descontinuar y que quizá ya son solo parte del proceso, pero que no tienen una justificación de valor para el negocio.
Una herramienta bastante útil para detectar áreas de oportunidad y generar planes de acción es el customer journey map, el cual también se ocupa en la arquitectura empresarial para mejorar el conocimiento de los consumidores.
Identifica los flujos de valor de la compañía (value stream)
Las empresas tienen definidos flujos por los cuales generan valor, ya sea de manera implícita o explicita, estos flujos son los que mantienen las luces prendidas. Identificar adecuadamente los productos con los que la Arquitectura empresarial aporta en los diversos pasos de los flujos de valor, liga estos productos de manera directa a las mediciones que pueda tener la empresa en dichos flujos.
Además, contar con los flujos de valor como un artefacto de la arquitectura empresarial, es fundamental para proveer diseños de solución que mejoren esos flujos y generen mayor valor.
Comprende las capacidades del negocio
Las capacidades del negocio son finalmente la descripción de lo que hace la empresa para generar valor. Siendo la arquitectura empresaial una capacidad propia del negocio, esta capacidad debe estar alineada a las cadenas de valor de las demás capacidades del negocio, de manera que presente como cualquier otra capacidad, las interrelaciones, dependencias, mediciones de performance y madurez, que permitan evolucionar y mejorar esta capacidad con un sentido estratégico y mantenerlo como un valor del negocio.
Mide los resultados
Muchas veces la práctica de la arquitectura empresarial se mide con relación al compliance de las iniciativas de negocio y el proceso de gobierno de arquitectura, y aunque esto no es necesariamente malo, sí puede distraer auténtico valor que tienen la arquitectura empresarial para las iniciativas de negocio.
Contar con los roadmaps y vistas que establezcan el estado futuro de la arquitectura, es fundamental para poder medir los resultados que se obtienen en cada iniciativa de negocio que hace uso de la arquitectura empresarial. Por tanto, ligar los resultados obtenidos en las iniciativas realizadas por el negocio, contra el estado target, nos dará un claro resultado de lo que significó nuestra colaboración en dicha iniciativa.
Finalmente, de manera similar a cómo se da seguimiento a indicadores clave de la compañía, reportes de resultados o retrospectivas; los indicadores de la arquitectura empresarial también deben ser evaluados periódicamente.
Conclusión
Además de los puntos anteriores, sin duda hay más elementos que pueden ser cuantificables para las empresas, y generar nuevos modelos de medición que estén alineados a indicadores relevantes para cada compañía, también es una habilidad que los arquitectos empresariales pueden realizar. Pero lo fundamental es que el relevante valor que la arquitectura empresarial tiene para las compañías cuente con mediciones claramente establecidas para evaluar el valor que entrega al negocio.